1° de Mayo

Nota de Opinión

Este primero de mayo nos encuentra en un país en el que cada vez perdemos más derechos. El gobierno nacional de La Libertad Avanza (partido de ultraderecha, considerado como la principal experiencia del anarco capitalismo), junto con sus aliados en el Congreso Nacional –el PRO, sectores de la UCR, partidos provinciales e incluso algunos gobernadores justicialistas – no deja de avasallar conquistas laborales, horadar el cuidado del ambiente y cercenar los de los diversos colectivos sociales.

En estos 16 meses de gestión se produjeron retrocesos en materia del derecho a una vida digna, las jubiladas y jubilados han perdido una considerable porción de sus ingresos y el poder adquisitivo, y han encontrado como respuesta la brutal represión de cada miércoles en que reclaman por lo que les corresponde.

Asimismo se multiplicaron los ataques al periodismo y a la libertad de prensa, y el derecho a la protesta ha quedado reducido a partir de la aplicación de los protocolos anti piquetes ante cada marcha y aumentó la cibervigilancia.

Cada vez hay menos transparencia y se multiplican las restricciones al acceso a la información pública, y las negociaciones incompatibles con la función pública se multiplican en casos como la cyberestafa $Libra.

Las compañeras ya no cuentan con organismos estatales nacionales para la asistencia integral frente a la violencia, se eliminó el financiamiento para la Educación Sexual Integral, se profundiza el negacionista climático, se ataca permanentemente al colectivo LGBTIQ+ y se abandona a los sectores más vulnerables, especialmente a las personas con discapacidad y mayores necesidades.

Ante esta realidad debemos pensar que la única alternativa que tenemos las y los trabajadores es construir una alternativa nítida a Milei en todo el país.

Debemos ser protagonistas del cambio que necesita el país, fortaleciendo nuestro partido, no solo territorialmente sino a través de un fuerte debate programático que marque el camino de esa construcción.

Las y los convocamos a formar parte de esta construcción colectiva, para ser protagonistas de nuestro tiempo y hacedores de nuestro futuro. Por más igualdad y por más justicia.

Paolo Etcheparaborda

Secretaria Gremial del Partido Socialista

Del cooperativismo al individualismo

Nota de Opinión

La historia señala casi siempre la mirada de los vencedores. Esta premisa me hace pensar más de una vez, que tan ciertas son las verdades señaladas.

A veces, por convicción o conveniencia ponemos en duda las cosas que suceden a nuestro alrededor, pequeñas cosas pero que constituyen parte de nuestro mundo.

Por otro lado, quienes forman parte del poder real, aquellos que pretenden moldear el mundo a su manera y a sus intereses -intereses siempre económicos- no dudan de que esa verdad es en la que ellos creen, y esta verdad se va construyendo en el relato, pero tambien en los hechos concretos que a diario se manifiestan en las cosas que moldean nuestras vidas. Las relaciones de producción son parte fundamental en la construcción de esta historia. En el pasado la organización del trabajo -la producción en serie habilitaba la idea de que nadie constituía el todo por sí mismo y que cada uno era indispensable para ese todo- sin lugar a dudas, esa organización del trabajo, alimento la idea de que somos parte de un todo, la idea del cooperativismo, y esta forma de organización del trabajo fue el fertilizador del surgimiento de las organizaciones obreras; la idea de que solos no podemos, pero que juntos somos invencibles, surgió precisamente en los tiempos de mayor explotación colectiva.

En los últimos años, la organización del trabajo dio un giro enorme en una buena parte de las áreas -yo diría en la mayoría-; por un lado, el trabajo industrial se fragmento a gran escala, es decir que cada parte del total de un producto se puede llegar a fabricar hasta en 10 países diferentes.

Por otro lado, la aparición del trabajo online, permitió, o nos hacía creer que asi era, la libertad a la hora de la organización de las horas y los tiempos de trabajo, pero de a poco fue convirtiéndose en uno de los trabajos donde mas se revela la explotación individual. Los cuentapropistas, monotributistas y los trabajadores de deliverys, como «Pedido Ya», no solo muestran la cruda realidad de la explotación, además constituyen en muchos casos un ejemplo de la competencia de unos contra otros.

Todo esto a fomentado, poco a poco, la desaparición del llamado trabajo formal y los beneficios obtenidos en este ámbito tras años de lucha y de conquista de derechos (condiciones dignas de trabajo, seguros de desempleo, vacaciones pagas, regímenes de licencia, aguinaldos, etc), derechos que se les niega a una buena parte de los trabajadorxs de hoy en día.

Claro que con esto no quiero decir que hubo un tiempo en el cual lx trabajadorxs gozamos de plenos derechos, de ser así hubieran terminado las luchas por las demandas que aún seguimos sosteniendo y por las que seguimos luchando; sin embargo, hoy asistimos a un período donde el gobierno nacional viene por todos nuestros derechos; para poder avanzar con esto, se construyo un relato basado en convencer a una buena parte de la sociedad -excluida de estos derechos como consecuencia de lo que ya expuse y de las malas gestiones de los gobiernos anteriores- de que los derechos en realidad son privilegios; de esta manera convenció a un fragmento de la sociedad de que extirpando de raíz este problema soluciona la pobreza y la falta de oportunidades para una buena parte del pueblo argentino.

Si bien al día de hoy una buena parte de quienes votaron a Milei estan viendo sus verdaderos objetivos, aun hay quienes siguen creyendo en que el presidente va a solucionar los problemas de la Argentina, y no es ahí donde debemos descargar nuestro enojo, quienes tenemos otra postura, debemos convencer a nuestros vecinos, amigos, familiares, pero nunca con odio; porque si se aprueba la llamada «Ley ómnibus», no será por culpa de los votantes de LLA, si no por la anuencia de muchos que, aun formando parte de otros proyectos políticos, de otros espacios partidarios, no entendieron nunca que la representación política se ejerce defendiendo las ideas, y no los intereses individuales. La idea de que «un gobierno que asume necesita de herramientas mínimas para gobernar y que la oposición debe entender eso porque hubo una mayoría que eligió ese proyecto» no es más que zaraza para justificar que estan defendiendo un Status Quo de la política, dejando de lado a su pueblo, ya que jamas deberían justificar entregar derechos para sostener a un gobierno.

Se vienen tiempos todavía mas difíciles, pero con unidad hay esperanza.

Desde nuestro espacio político, exigimos a nuestros diputados/as y senadores/as que no voten en contra de los intereses de nuestro pueblo y que en consecuencia rechacen el proyecto oficialista

 

Paolo Etchepareborda

Secretario del Frente Gremial del PS

Ante los avances de las políticas conservadoras

Nota de opinión*

El sistema capitalista, desde sus inicios como modelo de organización de la actividad productiva, social y cultural, viene haciendo estragos sobre las poblaciones más vulnerables; esto se ve reflejado no solo en el incremento de la desigualdad, si no también en la destrucción catastrófica que ha producido sobre el medio ambiente.

Quienes hoy tienen la responsabilidad de gobernar nuestros países, no solo muestran muy poco interés en solucionar los problemas coyunturales de nuestros pueblos, además de estar derrotados culturalmente, en la mayoría de los casos se sirven de las migajas que les deja el sistema; pero este mecanismo perverso no solo forma parte de lo cotidiano de los sectores políticos con representación, la mayoría de los empresarios, profesionales y un importante sector de trabajadores y trabajadoras, no encuentran otra alternativa que subirse a la misma ola del sálvese quien pueda, constituyéndose así en una parte importante del engranaje que permite la subsistencia y el empoderamiento de este sistema.

Nadie se plantea un cambio profundo, se teme más a la igualdad que a la desigualdad, se habla de combatir la pobreza, pero nada se dice de combatir a la riqueza, se habla de crecimiento para que haya mas para repartir, pero no se discute repartir lo que ya existe. Esta lógica va a terminar definitivamente con la vida en nuestro planeta. No hay manera de frenar esto sin terminar con el Capitalismo; y en esto se debe centrar la discusión de la izquierda democrática.

Los frentes electorales deben responder a esta lógica en el mediano plazo, una lógica que provoca miedo en las grandes mayorías; un miedo que no es casual, este sentimiento se viene construyendo hace décadas, ha penetrado en nuestro partido de una manera tan imperceptible que ni siquiera lo podemos ver de esta manera.

No es posible construir una sociedad igualitaria, con justicia social, sin pobreza; de la mano de este sistema; debemos combatirlo; no es una tarea fácil; como nos enseñaron en nuestro Partido: la primera batalla que tenemos que dar es la cultural; no es posible dar esta pelea si nos ven igual a todos y a todas los que se sirven del modelo.

Primero la batalla es con nosotros/as mismos, creer que podemos; entender por qué elegimos ser socialistas y no capitalistas; una discusión que hace años no damos pero que tenemos que volver a dar.

Empecemos por dar la discusión de lo que nosotros entendemos debería ser el rol del Estado; un Estado que debe estar mas presente que nunca para enfrentar las leyes del mercado, del sistema; que debe combatir la voracidad de las grandes corporaciones que manejan la economía. No es posible que las empresas productoras de alimentos, las farmacológicas, etc; tengan ganancias exuberantes y el rol del estado sea solo “intentar” compensar financieramente a quienes no pueden acceder a estos elementos esenciales.

El acuerdo que está impulsando el gobierno con el FMI nos muestra principalmente una cosa, no es posible sostener nuestra soberanía política y económica en el marco de un sistema que devora lo que fuera en función de su supervivencia; además de la poca o nula voluntad de enfrentar a los verdaderos beneficiados del préstamo tomado durante el gobierno de Macri y que se fugó, así como entró al país.

En nuestra provincia hoy se está discutiendo la posibilidad de que la obra social de los y las trabajadores/as públicos afilie masivamente a 30.000 nuevos ciudadanos con el objetivo de hacer caja; nunca se dio el debate sobre los costos de la medicina; si esto sigue así la escalada de precios no podrá sostenerse ni haciendo pagar a toda la población de la provincia. No habrá obras sociales, ni hospitales públicos que puedan sostenerse; por otro lado, no se cuestionan los ajustes que el FMI solicita solapadamente y que quieren hacernos creer que no. ¿Acaso no es ajuste cobrarse la deuda con el excedente que se genere de un fututo hipotético crecimiento?

Creo que otro mundo, otro país y otra provincia son posibles, si pensamos con una cabeza propia, con una cabeza emancipada.

*Paolo Etchepareborda
Secretario Gremial y miembro del Comité Nacional del Partido Socialista.